viernes, 5 de octubre de 2012

Una mirada más sobre esto de los golpes de estado constitucionales


La compañera Vicky Peláez nos recuerda que nada ha cambiado desde que los medios de comunicación masivos son capaces de plantar una realidad a conveniencia:

Los golpes de Estado actuales en América Latina son menos sangrientos que los del siglo pasado pero a la vez más sofisticados, elaborados y envueltos en un ligero disfraz de legitimidad porque se aprovechan de ciertas imprecisiones de la Constitución o simplemente interpretando la Carta Magna a voluntad y por su puesto va acompañado por el gran despliegue de la prensa globalizada al servicio de las transnacionales interesados siempre en mantener sus privilegios en el continente y así frenar el proceso de la integración de sus países.
Lo característico de este moderno golpe de Estado es que tan pronto que se hace es relegado inmediatamente al olvido por la prensa globalizada en un intento de enterrar las consecuencias de lo sucedido.
Honduras, el país centroamericano, es un ejemplo de este proceso deliberado de vaciar la memoria internacional de ciertos recuerdos. Han pasado solamente tres años desde el 28 de junio de 2009 cuando los militares irrumpieron en la casa del presidente elegido por el pueblo Manuel Zelaya, lo secuestraron y lo expulsaron del país.
La cobertura internacional del trágico acontecimiento duró una semana. Después se apagó lentamente como si nada hubiera pasado y nadie se hubiera dado cuenta que el autoritarismo estaba de vuelta protegido por un manto “democrático” y el cerco mediático. Pasados seis meses del golpe, el nuevo presidente Porfirio Lobo Sosa fue aceptado por la comunidad internacional y sus organizaciones siguiendo el dicho popular que reza: “lo pasado pisado”.
La anterior guerra mediática contra Manuel Zelaya se transformó como por magia en un silencio mediático respecto al nuevo gobierno. Hoy da la impresión de que el país se sumergió en un anonimato deliberado y que nadie ve el incremento de la violencia, la corrupción y la impunidad.


La situación económica ha empeorado notablemente debido al estancamiento estructural productivo que en pleno Siglo XXI mantiene una estructura social feudal en la agricultura que está permanentemente expulsando a los campesinos a las ciudades, aumentando el nivel de desempleo en las zonas urbanas. El Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (FOSDEH) indicó que entre 2009 y 2012 la pobreza incrementó de 59 a 67 por ciento. Esto significa que actualmente 5.500.000 personas del total de 8.200.000 habitantes del país viven en la pobreza y de ellos 3.800.000 son indigentes.
El gobierno del presidente Porfirio Lobo, desde que asumió el poder en enero de 2010, ha seguido al pie de la letra las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) recortando el gasto público, reduciendo las prestaciones sociales y haciendo devaluaciones permanentes de la moneda nacional lempira lo que ha generado la disminución de las reservas internacionales a 200 millones de dólares.
En estas condiciones hay pocas oportunidades para los jóvenes de encontrar un trabajo adecuado. Las 229 maquiladoras norteamericanas emplean 139.000 obreros, de los cuales el 69 por ciento son mujeres menores de 30 años de edad, que trabajan 14 horas diarias. El sector informal tampoco puede absorber la mano de obra restante. Entonces queda el crimen organizado y el narcotráfico.

2 comentarios:

Nos Disparan desde el Campanario dijo...

Los golpes actuales tienen mucha relación con las debilidades políticas y militantes de los oficialismos. De modo que en nuestra Patria dependerá de nosotros abortar cualquier intento destituyente.
Pueden hacer cualquier opereta, menos correr a un millón de tipos convencidos en la calle.
El Unidos y Organizados debe dejar de ser un lema, debemos demostrarlo fehacientemente.

Mariano T. dijo...

Para los que hablan al pedo de golpes por todos lados, recordemos que a Zelaya los militares lo levantaron a a noche, lo subieron en piyama aun avión y lo deportaron.

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