lunes, 19 de diciembre de 2016

Un "sinceramiento" necesario.

Dentro de las palabras incorporadas al plexo comunicacional del actual Gobierno Nacional, apareció la palabra "sinceramiento".

Se ha utilizado en lo económico hasta el hartazgo, tratando de justificar medidas que invariablemente castigan (aun mas) a los sectores mas desfavorecidos, a los que siempre se toma de chivo emisario cuando los sectores mas privilegiados ven (o creen ver) amenazas a los que consideran sus derechos inalienables.

Como esos sectores privilegiados, son de una forma u otra los que manejan la información, y a través de ella los humores de la sociedad, los hemos visto repetirse a lo largo de distintas épocas de nuestra historia. Así atacaron a Leandro N. Alem, acentuaron sus ataques contra Hipólito Yrigoyen, ya en el Gobierno, aflojaron un poco durante el período de Alvear (al que consideraban uno de los suyos, que había equivocado el camino), volvieron a la carga contra Yrigoyen hasta que lograron derrocarlo en 1930, previa una campaña periodística de una virulencia inusitada.

Muerto Yrigoyen en 1933, Alvear conduce al Radicalismo a la entonces llamada "Concordancia", la que mediante el "fraude patriótico" llevó al abogado Radical Roberto M. Ortiz a la Presidencia de la Nación. Primera gran "mancada" de Radicalismo, que había hecho del voto secreto la bandera de unidad del pueblo.

Volvieron a la carga durante el primer y segundo gobierno de Perón, y siempre así. Perfeccionando a cada vuelta de tuerca sus armas comunicacionales.

Así lograron desnaturalizar al Radicalismo, al punto que ser "Radical" se transformó en ser antiperonista (que no es lo mismo que ser opositor al peronismo). A tal punto se ha desnaturalizado, que si uno hace una breve compulsa entre sus mas cercanos, que manifiestan ser Radicales, desconocen los mas elementales postulados ideológicos del primer gran movimiento de masas de nuestra historia. La unica verdad.....

Realmente, y es lo que me duele como Radical Intransigente, es hasta que punto se ha desnaturalizado el pensamiento de Alem e Yrigoyen, y al mismo tiempo despierta mi curiosidad y vocación investigadora de los fenómenos sociales.

Hoy en el Gobierno, el Radicalismo vive una etapa de sinceramiento, claramente visible en la Provincia de Jujuy. La institucionalidad, el respeto por la división de poderes, la mirada siempre atenta a las necesidades de los sectores mas desfavorecidos fueron a parar al canasto de la basura. Un real sinceramento de su realidad interna. Todo cuanto había de Yrigoyenismo en el radicalismo, fue sepultada el 1 de abril de 2009 en el Panteón de los caídos en la revolución de 1890, junto a los restos de quien fuera el último Presidente Radical, Dn. Raúl Alfonsín.

Hoy el Radicalismo solo es un sello de goma que se alquila al mejor postor, que de yapa, ni siquiera sostiene su oferta, y los que se dicen radicales, (los de a pié, los que no son dirigentes) y permanecen fieles a la estructura, solo son marionetas manipuladas hábilmente por quienes detentan los medios que los alimentan de odio a diario.

Aquellos Radicales de "Viva la Marina" se fueron transformando de a poco en ciegos colaboradores de toda cuanta dictadura padecimos, a las cuales prestaron sus hombres para ocupar ministerios, Gobernaciones, Municipalidades y todo cuanto puestito pudieran rapiñar.

Y muchos de ellos fueron los que subterráneamente actuaron contra Illia, y Alfonsín.

Bienvenido el "sinceramiento Radical". Los verdaderos Radicales, los que hemos leído a Alem, Yrigoyen, Lebensohn, nos sentimos mas aliviados.

Antonio (el Mayolero)

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