sábado, 23 de enero de 2016

La lógica de la Nacion y la lógica de "La Nacion"

Uno de los Barrios de "Alto Comedero" construído poor Cooperativas de Trabajo 
Uno lleva muchos años leyendo y tratando a través de la lectura de conformar un panorama de lo que lo rodea y elaborar conclusiones o puntos de referencia para mas o menos ir entendiendo lo que sucede. Hace muchos años (alrededor de 50) que entre mi menú diario, el diario "La Nacion" tiene lugar, ya sea en su versión tradicional como ahora la digital. Al margen de la recomendación Jauretcheana ("cuando tengo alguna duda, leo "La Nación" y hago exactamente lo contrario", decía el Maestro), la "Tribuna de Doctrina" brinda información importante.

He tenido que forzar mi memoria para recordar (infructuosamente) que "La Nacion" haya editoralizado sobre el Cooperativismo hasta  ahora. Alguna vez alguno de sus columnistas se ha manifestado con respecto a las Empresas Recuperadas, manifestando que el Estado no debía intervenir para nada si una empresa quebraba, aún en el caso que fueran muchos los puestos de trabajo perdidos. Como mucho, propinía que el Estado se hiciera cargo de los salarios caídos por un plazo limitado (seis meses) y luego a otra cosa. Con la implacable lógica de los intereses y mentalidades que representa planteaba, que "si un empresario con su experiencia y conocimientos no había podido salvar la Empresa, mucho menos lo podrían hacer sus trabajadores, que carecerían (según la lógica de "La Nación") de otros conocimientos que los indispensables para cumplir las tareas que el Empresario les ordenara.

No obstante estos presagios (acordes en un todo con la lögica de "La Nación") cuando la Nacion decidió volcar su apoyo a las empresas recuperadas y a las Cooperativas de Trabajo (y cuando digo apoyo no me refiero específicamente a lo económico sino a otros recursos de capacitación, formación, educación por ejemplo) el Cooperativismo de Trabajo tuvo un crecimiento exponencial, al punto que el 10% del PBI argentino es generado por manos Cooperativas.

"La Nación" no tomó nota (respondiendo a su lógica) y mucho menos ¡por supuesto! editorializó sobre la cuestión. Optó por invisibilizarla (es su lógica).

Sin embargo hace pocos días, y a raíz de los sucesos de Jujuy, Milagro Sala, y la Tupac Amaru, "La Nación" tomó la decisión editorial de romper con su silencio, y publicó un editorial que podemos leer completo acá.

La Confederacion Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT) reaccionó inmediatamente con un comunicado que podemos leer acá:

"La Nación" aún dentro de su lógica, deja caer una información; mas de 200.000 personas (ciudadanos) que multiplicados por 4 (familia tipo) nos da 1.000.000 de compatriotas que han recuperado la dignidad del trabajo. Tambien pone el acento sobre el "costo" (es la lógica de "La Nación", no hay porque culparlos). Y ¡horror! pone el acento sobre la "politizacion" de un ideario tan noble como el Cooperativismo (al que ha ignorado al menos desde que tengo memoria).

Tampoco recuerdo editoriales de "La Nación" notificando de la "desnaturalizacion del noble ideario cooperativo" practicada a diario por cuevas de usureros escudados tras una vidriera esmerilada con un par de Pinitos y el cartel Cooperativa de Crédito. O las truchas cooperativas de trabajo con que el menemoduhaldismo trató de disimular la desocupación en época de las privatizaciones masivas.

Otra cosa que no recuerdo es que "La Nación" haya condenado editorialmente la "politización" de ConInAgro en el conflicto de 2008, donde sus dirigentes se multiplicaban por los cortes de ruta que durante mas de 100 dias mantuvieron a la Nacion en vilo. Ni tampoco que Carlos Garetto haya utilizado desvergonzadamente la estructura del Cooperativismo Agrario para cimentar una carrera política, que poco alcance tuvo, ya que ni sus propios lo votaron.

Tambien me refiero a ésto en mi columna de hoy en el programa Voces Cooperativas cuyo audio puede encontrar acá.

Ya teniamos en claro que los intereses de quienes hacen "La Nación" utilizan una lógica, que no coincide con los intereses de La Nacion Argentina. Quod erat demostrandum.

Antonio (el Mayolero)

domingo, 17 de enero de 2016

"Deja Vu"

Leandro Pili
Acá les presento un amigo: Leandro Pili, Licenciado en Economía, (UNMdP) se desempeña en la actividad privada (Industria Textil) y hace periodismo de su especialidad en el programa "Voces Cooperativas" que se emite por Radio Brisas,de Mar del Plata todos los sábados (Ver acá). Hace con esto una de sus primeras incursiones en el periodismo escrito.
Antonio (el Mayolero)

La Argentina en su afán por alcanzar un mayor grado de desarrollo económico impulsó fuertemente su industria durante el período 2003-2015. Para ello fue necesario recomponer  el mercado interno (demandante de las manufacturas nacionales) que había quedado menguado a su mínima expresión, producto de 25 años de políticas económicas sustentadas bajo el consenso de Washington, que desarmaron el entramado industrial generador de empleo. Es verdad también que, para que este entramado industrial siga creciendo y generando empleo se necesitan cada vez mayores cantidades de dólares – divisas que el país no puede imprimir – que permitan importar los insumos y bienes de capital que la industria necesita. A grandes rasgos y si se me concede una cuota de simplicidad, esta fue a groso modo la causa fundamental del magro desenvolvimiento de la economía argentina en el último lustro.

Con el resultado de las últimas elecciones no solo cambió el presidente de la República, sino que también se produjo un cambio sustancial en la forma de entender a la política y por extensión a la economía también. Como parte integrante de este cambio de rumbo sustancial, se encuentra el foco de atención sobre el que los hacedores de política económica ponen todo su énfasis. Se puede aceptar que desde el año 2003 los esfuerzos estaban concentrados en fortalecer la demanda, entendiendo que ésta es el motor de la economía, por lo tanto las medidas económicas estaban dirigidas a robustecerla. Por el contrario, el nuevo equipo a cargo del ministerio de economía, está compuesto por un grupo de personas que son defensores a ultranza de las políticas neoliberales, que entre otras cuestiones sostienen que la importancia radica en la oferta, y por ende las políticas tienen que estar enfocadas en lograr aumentar esa oferta.

Como mencionábamos al inicio esa oferta necesita de dólares que la Argentina no emite, con esta excusa el nuevo gobierno apuesta a lograr que esos dólares ingresen por la vía del endeudamiento externo y no por la vía legitima que sería el aumento de las exportaciones, aumentos que para que ocurran en la medida que se necesita, es necesario lograr un aumento en la productividad y no devaluar la moneda como se cree.
Todo esto no sería tan preocupante si esos préstamos que se toman desde el exterior estuviesen dirigidos a lograr aumentos de productividad que modifiquen las exportaciones. Pero a la vista de la última operación de deuda llevada a cabo por el equipo económico, se entiende que ese no es el destino del endeudamiento externo sino que está pensado y ejecutado para engrosar las comisiones y servicios financieros que los intermediarios de esos préstamos reciben, y regresar a la especulación financiera típica de los años 90. Esto se podrá percibir si nos adentramos un poco más en los detalles de la última operación financiera, una especie de “MEGACANJE”. 
  
El BCRA tenía entre sus activos Letras Intransferibles que el Tesoro Nacional le había entregado en el año 2006 a cambio de U$S para cancelar deudas con el FMI. Las características de ese instrumento se destacaban por devengar intereses casi nulos (inferior al 1%) y por ser deuda entre sectores públicos que no se pueden negociar en el mercado financiero, y que se pueden refinanciar. Este tipo de deuda no es tenida en cuenta a la hora de medir el endeudamiento de los países justamente por esta cualidad, no es exigible y se puede refinanciar fácilmente. Con esta operación financiera el Tesoro Nacional le cambia al BCRA U$S 16.000 millones de estas Letras por U$S 13.000 millones en bonos que  devengan intereses cercanos al 8%, y son intercambiables en los mercados financieros. Con lo cual si bien existe una quita de capital, el resultado neto termina siendo perjudicial para el erario público, ya que este aumento en las cargas de los intereses le representa al Estado el pago de U$S 9.100 millones en concepto de servicios de la deuda en un período que va de 6 a 11 años que es lo que dura la operación.  

A su vez, -esto es el objetivo principal de la operación-, estos bonos serán entregados como garantía a bancos extranjeros por préstamos que rondan los U$S 8.000 millones. Préstamos que como ya se sabe, para su concreción es necesario no solo entregar estos papeles como garantía sino modificaciones fiscales que permitan al deudor cumplir con sus obligaciones, lease ajustes fiscales.

Resumiendo un poco, se cambio deuda interna, no exigible, no agobiante para las finanzas públicas, con un costo casi nulo, por endeudamiento externo, exigible y oneroso para el Estado, con condiciones asfixiantes para el grueso de la población y que llegado el momento de cancelar esas deudas pueden complicarse los pagos, porque no se modifican las condiciones que permiten generar dólares genuinos, por lo que no sería extraño que se recurriera nuevamente al endeudamiento para pagar este endeudamiento.
 ¿Deja Vu?

Leandro Pili

lunes, 4 de enero de 2016

Recordando el pasado para aplicar al presente

Don Agenor Pizarro en su banca de concejal 1946
Mis primeros pasos en radio los di allá a principios de la década del '90. Adolfo Olivera un querido amigo, conducía un programa en Radio Comunidad Argentina de Tres Arroyos. En ese programa había de todo un poco, tal como sucede el los programas radiales de 4 horas de duración. En ese programa "El Ciudadano" yo hacía un segmento de tango de media hora una vez por semana. Cuando me fui soltando, despues de unos meses, le propuse hacer, siempre dentro del programa, un segmento de media hora, que llamamos "Al Rescate".

Consistía básicamente encontrar a las muchas personas que veíamos a diario, que eran como parte del paisaje tresarroyense, pero que en su momento habían sido participantes o coautores de hechos importantes, que en muchos casos estaban naturalizados por la sociedad, y sus protagonistas, hombres y mujeres del común, seguían su vida ciudadana como todos.

Al cumplirse 48 años de los sucesos del 17 de Octubre de 1945, nos surgió la inquietud de saber que había pasado entonces no ya en Buenos Aires, sino en una ciudad mediana del interior de la provincia y recordé a un Peronista de ley. Don Agenor Pizarro, último sobreviviente de los primeros Concejales del Peronismo tresarroyense que ganara la Municipalidad en 1946 con el Dr. Alberto Borton como Intendente.

Yo lo conocía a Don Agenor, por la amistad que tenía y aún tengo con su hijo Osvaldo, y frecuentaba su casa en la calle Balcarce 742, donde solíamos tener larguísimas charlas políticas, él desde su paciente madurez de político experimentado, y yo como un cuzquito que ladra a los perros grandes.... Por ahi, Don Agenor se levantaba, iba a su biblioteca, venía con un libro, y me decía: "Lea esto, y despues seguimos hablando, no es justo que yo sepa cosas que usted no sabe", y agregaba, "si los dos sabemos lo mismo, ahi si podemos discutir, porque cada uno saca sus propias conclusiones y las puede confrontar."

Así fue que lo invité a concurrir a la radio, y nos contó como se había vivido el 17 de octubre de 1945 en Tres Arroyos.

Muchas de las cosas que entonces nos contó Don Agenor Pizarro conservan sorprendente actualidad, por lo que los invito a escuchar el audio de aquel programa, a todos aquellos que estamos Resistiendo con Aguante. Son unos 20 minutos, con los defectos e imperfecciones esperables de una grabación en casete de 1993, ahora digitalizada, pero perfectamente audible y entendible.

El audio completo de 1993 acá.

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