miércoles, 21 de octubre de 2015

Un notable salto de calidad política.

Dentro de la pobreza intelectual en que se viene desarrollando esta campaña electoral con vistas a las elecciones presidenciales del domingo 25/10, hay a mi entender un hecho que marca un notable salto en la calidad política.

Es la primera vez que yo recuerde, (y tengo bastante memoria) que un candidato Presidencial, nos presenta anticipadamente a la emisión del voto quienes serán los Ministros que lo acompañarán en su eventual gestión.

Es decir, Daniel Scioli, el candidato en cuestión, no solo pone su nombre en juego, y los de los legisladores que integran la lista del FPV, sino que nos está anticipando quienes lo acompañarán en esos cargos en los que el pueblo, (que no gobierna ni delibera sino por medio de sus representantes) no vota ni elige, sino que son en su designación, de la exclusiva responsabilidad del Presidente de la Nación.

Dejemos de lado los Gobiernos Militares y contemos solo los que importan, los que el pueblo eligió. ¿Cuando supimos, antes de las elecciones, reitero, quienes iban a ocupar los ministerios? Se intuía, se rumoreaba, trascendía, se decía, pero nadie sabía (salvo unos pocos "elegidos") quienes iban a ser designados. Sí sabíamos que generalmente Educación "habia que consensuarlo" con la Iglesia, que Agricultura y Ganadería lo mismo, pero con la SRA, Economía otro tanto con el establishment industrial comercial y financiero. O sea que los que votábamos lo hacíamos conscientes de que nuestra  voluntad soberana debía pasar previamente por un filtro.

Algo mas para celebrar de esta década ganada....

Antonio (el Mayolero)

2 comentarios:

Enrique dijo...

Es que nos estamos transformando en un país serio mal que le pese a algunos. Y lo digo en serio.

Tilo, 74 años dijo...

Coincido con Enrique. Y cabe agregar, a manera de simple ejemplo, que para saber cómo tocar un instrumento musical, aunque uno haya aprendido de memoria todos los métodos y partituras, es imprescindible EJECUTARLO y ensayar con él muchísimas veces hasta que su sonido sea aceptable.

Doscientos cinco años desde aquél Cabildo Abierto al cual concurrió el grupo selecto de los pobladores más destacados (pertenecientes al clero o con poder económico, bah).

Ciento sesenta y dos años desde nuestra primera Constitución Nacional.

Ciento treinta y cinco años desde que copó la banca la Generación del Ochenta.

Noventa y nueve años desde que, por primera vez, los argentinos (varones) pudieron emitir libremente su voto.

Treinta y dos años desde que, por primera vez hubo un devenir democrático en los cambios de gobiernos mediante elecciones libres y, aún en la salida anticipada del gobierno radical en 1989 o en la turbulenta crisis de fines de 2001, sin intervención militar.

Nuestra experiencia como ciudadanos viviendo en democracia es muy joven. Tiene menos de la mitad de mi edad. Lo cual implica que más mitad de mi vida transcurrió sin poder experimentar la satisfacción y la responsabilidad que implica disfrutar de libertad y democracia plenas para poder ejercer mis derechos ciudadanos.

Ésto que hemos reconquistado entre todos, es un verdadero tesoro. Sepamos cuidarlo y protegerlo como el bien inapreciable que es y seamos dignos de él.

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