martes, 4 de febrero de 2014

¿Otra vez la burra al trigo? (Parte IV)

Ing..Agr.. Julio Ferrarotti
Habiamos empezado a hablar de la apropiación de la plusvalía (o de la renta diferencial agropecuaria) por parte del Estado: En el posteo anterior mencioné algunas de las consecuencias en el incipiente desarrollo industrial, derivadas de este "cash flow". Hubo otras tambien; afluyeron fondos a los Bancos (oficiales y privados, recuérdese que los depósitos se habían nacionalizado y era el BCRA el que orientaba el crédito). Así, los Institutos de Colonización pudieron cumplir con sus funciones. Solamente en la Provincia de Santa Fe se subdividieron 164 colonias, cuyos arrendatarios (colonos) pasaron a ser propietarios de esa tierra que habían trabajado por años, tal vez desde el tiempo de sus abuelos inmigrantes. Esto significó la propiedad de la tierra para 6833 familias, a un promedio de 120 has. cada una.
En la Provincia de Buenos Aires se expropiaron (y obviamente como la ley ordena se pagaron) 15181 hectáreas, con fondos del crédito nacional de fomento a la colonización, mas otras 70.000 hectáreas por parte del  Instituto Nacional de Colonización, estos con créditos del Banco Nación e Hipotecario Nacional. El Instituto de Colonizacion de la Provincia de Buenos Aires dividió y colonizó unos 60 latifundios que sumados fueron otras 700.000 has. El caso de Buenos Aires es distinto al de Santa Fe, donde los campos ya estaban ocupados por arrendatarios, aquí, la inmensa mayoría eran campos que estaban siendo mantenidos inactivos por sus propietarios con fines especulativos. Los adjudicatarios fueron hijos de productores que no tenían lugar en las explotaciones de sus mayores. (Todos estos datos los extraigo del libro "Tierra-Familia-Trabajo" del Ing. Agr. Dn. Julio Andres Ferrarotti, incansable luchador por el acceso a la propiedad de la tierra de sus auténticos trabajadores, desde su puesto en la dirigencia de la Federación Agraria Argentina, y como director de su periódico quincenal "La Tierra", primero junto a Dn.Esteban Piacenza y luego junto a dirigentes de la talla de Dn. Irineo Barrios o Dn. Julio Oroño, dirigencia cuidadosamente sepultada en el olvido por los dirigentes de este remedo de organización representativa de los pequeños y medianos productores que es la actual FAA).  Los padres y abuelos de estas caricaturas de diigentes llegaron a la propiedad de sus chacras gracias a esa política nacional que además de adherir al principio de "la tierra para el que la trabaja" lo ponía en práctica proveyendo las "efectividades conducentes" al decir de Don Hipólito Yrigoyen...

La existencia del IAPI como comercializador interior y exterior: En el comercio de granos existía (igual que ahora) una serie de instituciones "serias" (Bolsas de Cereales, Mercados a Término, Empresas Exportadoras, intermediarios, corredores) generalmente ludópatas sobre lo que ya escribí acá en una serie de cinco artículos cuya existencia es muy poco beneficiosa para el chacarero en sí, que finalmente es que que termina pagando comisiones, aranceles etc. que se restan del precio de sus productos. Todos estos pasos de intermediación parasitaria desaparecieron, y los que vivían a costillas del chacarero tuvieron que salir a conseguir algún trabajo decente.
Obviamente que toda esta gente "decente y principal" (diría Jauretche) ponían el grito en el cielo, y como tenían mucho poder de lobby, no se quedaron tranquilos. Y comenzaron a poner el acento en "que el Gobierno se quedaba con el esfuerzo de los sufridos chacareros, para mantener a los vagos de las grandes ciudades" y exhibían los precios internacionales comparandolos con lo que el IAPI pagaba (como si ellos hubieran pagado siempre esos precios a los productores). Esas diferencias siempre habían existido, y eran puntillosamente transferidas a sus Casas Matrices en Europa, que depositadas en los Bancos de allá, volvían a nuestras tierras en calidad de empréstitos.
También ese "cash flow" permitió la cancelacion de nuestra deuda externa, al punto que en 1955 la Revolución Libertadora hubo de ocultar el balance del BCRA, para poder sustentar el relato de que "Perón había dejado al pais endeudado y en una crisis económica terminal".
Como se puede ver recorriendo las publicaciones de la época, y contrastándolas con las actuales se nota que no hay nada nuevo bajo el sol, y que aquello de que "el publico se renueva" es absolutamente cierto.

Se modificó el sistema: Y pasamos a hacer tratados bilaterales con muchos países, cuya producción industrial nos resultaba necesaria, y a la vez necesitaban nuestros productos primarios, de los cuales se habían provisto antes de la Guerra, pero comprandolos a Inglaterra que se los revendía. Se construyeron grandes obras de generacion Hidroeléctrica y regadío, ampliando así la frontera agropecuaria, y colonizando tierras hasta entonces desérticas dando lugar a muchas nuevas familias de productores que de otra forma hubieran ido a engrosar las grandes urbes.

Se diversificó la producción: Ya dijimos que el sistema de "aparcería" encorsetaba al chacarero en una exclusiva explotación granaria. Ya expliqué que la mecanizacion "agrandó" los campos en un 20% (sin mover los alambrados) y los chacareros diversificaron su producción. La "puntita" de ovejas para el consumo se transformó en majada hecha y derecha, y el par de lecheras, servidas por el toro de algun vecino, fueron creciendo a unas 25 o 30 vacas de cria "atendidas" debidamente por algún torito comprado entre dos o tres vecinos. Al poco correr del tiempo 8 o 10 novillos marchaban al remate feria, igual que unos cuantos corderos o borregos. La lana de las esquilas se transformaba en un reaseguro, una caja de ahorro que permitía capear años difíciles como la sequía del 52/53 sin andar tramitando "zonas de desastre".

Esto pretende ser solo una breve reseña histórica, de las circunstancias que se vivían en épocas de IAPI y el comercio de granos estatizado. Como dije y sostengo; es historia, que tengo la suerte de haber vivido y poder acercar esa experiencia a los Cumpas que hoy tienen el deber de volver a encauzar el comercio de granos interno y externo por carriles que beneficien a la totalidad de la Nación, y no a grupetes similares a los que siempre vivieron del esfuerzo ajeno.

En el próximo posteo empezaremos a tirar algunas puntas de lo que considero puede ser un aporte al trabajo que nos espera, que no es nada fácil ni sencillo.

Antonio (el Mayolero)



5 comentarios:

Esther dijo...

Mil gracias por estas entradas, Mayolero. Aprendí muchísimo. ¡Espero la continuación!

Saludos.
Esther

Nos Disparan desde el Campanario dijo...

Antonio

Interesante tu participación de hoy en La Dorrego. Sobre todo didáctica y esclarecedora. Es una visión del "campo" que generalmente no solemos tener en el Pago. Pareciera que no exitieran personas en Dorrego que se atrevan a hablar en términos técnicos desde ese otro lugar que también vive y que también forma parte del "campo". Me gustó escuchar a una voz amiga en Dorrego. Abrazo

Antonio (el Mayolero) dijo...

Gracias Gustavo. ¡Mozo! ¡Sirvale algo ahí al hombre...!

Mariano T. dijo...

Todo muy lindo. Pero el área de siembra bajó. Y en esa época los estancieros casi no sembraban por su cuenta, sinó que la siembra estaba a cargo de chacareros, tanto propietarios como arrendatarios.
Se sembró menos trigo, menos maíz, y sobre todo menos lino.
Este fracaso tuvo consecuencias. Se exportó mucho menos, entraron menos divisas, y debutamos con la restricción externa y el descubrimiento del dolar por parte de la clase media urbana.
Encima en un año con malas condiciones climáticas hasta faltó la harina para hacer pan (como en 2013)
El relato de transformar un fracaso en algo loable se derrumba a poco que miremos estadísticas.

Anónimo dijo...

Muy buenos posteos Antonio!!
Saludos desde Pigüé,

Eduardo

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