jueves, 7 de marzo de 2013

Tus lecturas erróneas....

Una de las ventajas de llegar a eso que piadosamente se le llama "cierta edad" es que ha sido testigo de algunas cosas. Algunas en las que todavía no tenía la capacidad de análisis que pueden dar los años, pero era lo suficientemente crecidíto como para tomar nota de lo que estaba pasando. Por ejemplo, en 1952, cuando murió Evita yo tenía casi 10 años, y recuerdo perfectamente lo que pasaba y lo que veía. Y realmente las expresiones de dolor de la gente (aunque yo no las comprendiera) y las impresionantes movilizaciones que se produjeron en todos los ámbitos. Además están los archivos fotográficos y fílmicos a los que hoy gracias a Internet podemos acceder para dimensionar lo que fue aquello.

Algunos de los que interpretan la política resultan ser analfabetos. Muchos vieron sin entender y oyeron sin escuchar y desdeñaron esa inmensa manifestación de pesar, que necesariamente tenía que tener una lectura política. Es mas, cometieron el error de menospreciarla. Los que escribieron "viva el cáncer" sostenían como algunos lo hacen ahora que "muerto el perro se acabó la rabia".

Consecuentes con ese punto de vista, el 5 de marzo de 1956, pretendieron borrar la memoria por decreto, con el recordado 4161/56 en que se prohibia decir Peron, peronismo, Evita, y otra cantidad de sandeces similares.

Curiosamente, un 5 de marzo de 2012, Hugo Chaves Frias, Presidente de Venezuela dejó este mundo terrenal, para como Evita, entrar en la eterna resurrección de la memoria colectiva de su pueblo. Las multitudes que se congregan para despedirlo están adquiriendo las dimensiones que en aquel 1952 tuvo la despedida que su pueblo le dió a Evita.

Curiosamente también persiste el mismo criterio que tuvieron algunos entonces. Que la Revolución Bolivariana dependía solo de Chavez, y que desaparecido éste físicamente nada quedará de ella. Tengo una mala noticia muchachos: se vuelven a equivocar. Los procesos históricos que calan hondo en el alma de los pueblos son inmortales.

2 comentarios:

Tilo, 71 años dijo...

En 1952 cursaba el quinto grado primario e integré una delegación de alumnos que concurrió a la entonces Secretaría de Trabajo y Previsión (la actual legislatura porteña) para dar el adiós a Evita. Recuerdo que vi el féretro desde una galería balcón desde un piso superior, caminando lentamente en medio de un gran silencio. Durante muchos días el clima fue inclemente, lluvioso y húmedo. Todo estaba gris, a excepción de los miles de ofrendas florales.
Y tres años después, la violencia volvía a arrebatar el poder a un gobierno popular.
Cuando mencionás "al mismo criterio de algunos", seguramente te estás refiriendo a los que repudiaron el advenimiento del "aluvión zoológico" que, al igual que al ilustre pensamiento del Bartolomé Mitre de hoy, sostiene que “Ya no existe más aquella Argentina culta. Hay una elite que piensa de una manera, y una clase baja que no se informa, no escucha y sigue a la Presidenta. Cuanto menos cultura, más votos recibe Cristina”.
Es decir, LOS INVISIBLES. El pueblo que era ignorado, la chusma, los que no importaban.
Esos imbéciles soberbios y egoistas son los que tratan de imponer su criterio mezquino y mentiroso. La realidad es otra.

Gloria y honra al Comandante y a seguir con la unificación de la Patria Grande, a pesar de ellos.

Saludos

Antonio (el Mayolero) dijo...

Exactamente Tilo; yo iba a 4º grado, pero en Tres Arroyos y alli se vivía el mismo clima. meteorologico y espiritual. Parecía que el mundo había quedado en silencio....

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