jueves, 12 de agosto de 2010

¡¡¡A la Pesca!! (con 29 de mano)‏ parte 2



Siguiendo con este post, completamos el informe sobre pesca:

Zonas de Veda

Actualmente nuestra plataforma cuenta con una serie de zonas de veda permanentes y temporarias. Desde el paralelo 48° al paralelo 41° el porcentaje que ocupan las zonas de veda es del 70 por ciento aproximadamente. Al Norte del paralelo 41° y hasta la Zona Común de Pesca, y teniendo en cuenta el tiempo que nos insumen los cuatro viajes permitidos en esa zona, podemos decir que la misma está vedada el 83 por ciento del año. Siempre tomando las zonas aptas para la pesca por parte de la flota pesquera de arrastre, teniendo en cuenta las profundidades de operación de las artes de pesca de arrastre de fondo. Es decir, en otras palabras, los pescadores no tenemos mucha opción como para buscar pescado más grande, nos tenemos que contentar con el tamaño de pez que haya en esas zonas habilitadas tan restringidas.

Rol del INIDEP en estos momentos

A pesar de que el INIDEP cuenta con tres excelentes barcos de investigación, con investigadores muy buenos, compenetrados con la problemática del sector, el estado caótico en el que se encuentra dicho Instituto, en la parte investigativa debido a problemas presupuestarios, de personal contratado, internas. Y en la parte de los barcos debido a problemas de índole gremial, de presupuesto, y problemas técnicos. Todo esto conlleva a que el Instituto esté al borde de la inoperancia como instituto de investigación pesquera, refiriéndonos a la investigación ictiológica de alta mar. En la parte que toca al personal embarcado, la problemática que deriva de los conflictos gremiales, no crea un ambiente propicio para el desarrollo concienzudo de las labores abordo y a pesar de lo muy bien equipados tecnológicamente que están para el control de los equipos de pesca los barcos del INIDEP, los pescadores sabemos muy bien que una mínima diferencia en el equipo, indetectable para los equipos electrónicos, pero sí para un control artesanal, un control visual directo, puede hacer que la evaluación de una estación no sea fidedigna por el mal comportamiento del equipo de pesca, y más teniendo en cuenta la muy corta duración de cada lance durante una campaña de exploración. Es decir, el ambiente de descontento permanente que se crea por problemas gremiales, nos hace desconfiar del celo que pone el personal embarcado y del Departamento de Artes de Pesca en cuanto al ajuste artesanal de sus equipos de pesca. En la pesca comercial, el barco que no tiene sus equipos perfectamente “afilados”, pierde irremediablemente. El mismo criterio debe regir para los equipos del INIDEP, el personal debe preciarse de ser pescador, con todo lo que ello implica.
Hace ya muchos meses que los barcos del Instituto no salen a navegar, de los dos buques que se encargan de las campañas globales de merluza, uno de ellos está en reparaciones prolongadas (se supone que por este año no va a navegar), el otro se cree que este año hará solamente una campaña de langostinos, entonces la pregunta que nos hacemos es ¿sobre qué bases elabora el Instituto una evaluación de la biomasa? ¿Se extrapolan datos de años anteriores? ¿De donde se extraen los datos crudos como para elaborar estudios que asesoren a las autoridades? ¿De los partes de pesca? Son demasiadas preguntas para algo que debe ser de absoluta precisión.

Ecuación duración del viaje/costos operativos/éxito del viaje

Dadas las zonas de pesca actualmente tan restringidas y en especial la diagramación de cuatro viajes al Norte del paralelo 41°, en ciertos momentos del desarrollo del viaje, y al no poder cambiar de zona entre el Norte y el Sur del 41°, se llega a un punto en el cual se está lisa y llanamente “tirando la producción por la chimenea”, dado que como no hay nada claro en la resolución correspondiente, los patrones no sabemos cómo nos tenemos que mover, entonces en cierto momento somos conscientes de que estamos perdiendo el viaje por cumplir con una normativa. Esto atenta contra el éxito del viaje, con lo que paralelamente conlleva: merma en el salario de la tripulación, menor descarga de capturas en el muelle, menos trabajo para todo el personal involucrado en el transporte, manufactura y venta del pescado. Además hay que tener en cuenta otro factor preponderante: mientras más dure el viaje, menor va a ser la calidad del pescado desembarcado, al punto de que parte de la carga pueda llegar a servir solamente para fabricar harina de pescado. Todos perdemos.

Conclusiones

Antes de entrar de lleno en las conclusiones, quiero hacer notar que los patrones no estamos en contra de los métodos de selectividad, lo que sí estamos buscando es alguno que una en un perfecto punto medio, los factores de cuidado del recurso y de rendimiento económico. Los patrones estamos entre la espada y la pared: si tiramos pescado chico al agua, nos observan y si descargamos en tierra más de cierto porcentaje de pescado chico, también nos observan.
Es evidente que debemos cambiar el punto de vista en cuanto al manejo del recurso merluza, dado que en el actual estado de cosas, hace que todos los actores intervinientes en este problema, léase autoridades gubernamentales, organismos, armadores y tripulantes, seamos depredadores de la merluza, las autoridades al vedar tantos caladeros en donde buscar pescado más grande, obligando a los pescadores a contentarse con lo que encuentren, armadores y patrones por no elaborar propuestas alternativas a través de las instituciones que los representan. También se deberían buscar mercados para las especies acompañantes, aunque los precios fueran menores. Una meta digna de seguir es darle valor agregado al pescado fresco en el barco mismo (hay empresas que lo hacen), esto se debería hacer en todos los barcos, asumiendo el Estado el costo inicial a través de créditos para adquirir tecnología de punta, que la hay para todos los tamaños de barcos. Quitar las trabas burocráticas que devendrían de cambiar la actividad del barco, facilitar el entendimiento con los gremios debido al cambio de valor de la mercadería desembarcada. De esta manera el viaje redundaría en mayores beneficios y en el mejoramiento de la calidad, posicionando al país como proveedor de mercadería de calidad.

Sugerencias

Desde mi experiencia como pescador me permito humildemente sugerir:

Encontrar urgentemente el exacto punto medio entre el cuidado del recurso y la rentabilidad económica.
Abrir temporalmente zonas vedadas para que los patrones podamos buscar pescado más grande, y de esta manera evitar parte de la mortalidad, además de quitarle presión pesquera a los cardúmenes donde se encuentran mayor cantidad de juveniles. Esto se podría hacer de una manera muy sencilla: destinando un grupo de barcos para una prospección, contando abordo con los inspectores que harían de fiscalizadores, las zonas de búsqueda quedarían a criterio de los patrones, dado que son los que tienen mayor experiencia en el seguimiento de los cardúmenes a lo largo de los años. Dichos barcos estarían en contacto con el resto de la flota. Este mecanismo tendría que ser muy ágil, la aprobación de la entrada de la flota a la nueva zona no debería pasar de los tres días.
Implementar nuevamente el sistema por el cual el barco debería permanecer amarrado dos días más luego de cada viaje, de esta forma no ocasionaría gastos innecesarios que devendrían de pescar obligatoriamente en lugares en donde el rendimiento es bajo. Pero con este sistema, que es apoyado por muchos patrones y empresas, se debería también permitir el acceso a zonas en donde el viaje se pueda hacer exitosamente, en tiempo y tamaño.
No imponer livianamente un método de selectividad tan dañino como el DEJUPA.
Continuar en la búsqueda de un método de selectividad que reúna todas las cualidades que buscamos los patrones, armadores y autoridades.
Dotar al INIDEP de una estructura orgánica similar al INTA, que pueda albergar a patrones y armadores en el asesoramiento y discusión de la problemática pesquera, porque hoy por hoy es un ente “autista”, esta inclusión de otros actores puede mejorar y modernizar el desarrollo pesquero, que es uno de los fines de dicho Instituto, o sea, cambiar la orientación actual del Instituto, sin por esto anular laboratorios de vital importancia, desarrollando redes, métodos de selectividad no agresivos, mejoramiento de la calidad del pescado abordo, inclusión de valor agregado. Se tienen los investigadores y la tecnología, hace falta ponerlo en marcha para lograr el objetivo primordial: ser un país con una pesca de calidad, moderna, responsable y sobre todo sustentable.


Emilio F. Vandenberghe
Capitán del B/P “Cabo de Hornos"

2 comentarios:

Nando Bonatto dijo...

Excelente y demostrativo informe que habla muy claro del desgobierno en el sector

Javier dijo...

Despues tenemos que bancarnos que el medio pelo estupoidamente diga que Nestor es el dueño de la mayor empresa `pesquera argentina y el empresario ams importante de Argentina , asi no entenderan nunca adonde esta el poder .

Un abrazo

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